lunes, 29 de diciembre de 2008

Viva la crisis

Después de tan entrañables fechas (¿?) aquí estoy a la tarea. Ahora si que esto se ha convertido en un brown de los de verdad, ahora ya se que hay alguien que me lee y me siento entre contento y “acongojado”. Yo siempre me había planteado esto como un reto y un desahogo personal y jamás de los jamases pensé en escribir para nadie, de todas formas se que la persona que me lee, de momento, lo hará con cariño.

Hablando de otras cosas, ¿qué tal la navidad?. Mi experiencia de este año es un poco extraña, por un lado veo demasiado optimismo, mucha gente en las fiestas, mucho gasto inútil, mucho aparentar que estamos divinamente, demasiada luz pero en el fondo poco brillo.

Por otro lado encuentro a la gente huidiza, como con pocas ganas de hablar, como si no quisieran que les preguntaran el consabido “¿qué tal?”; es como que aprovecháramos estas fiestas para tratar de olvidar que los problemas están ahí, la hipoteca tiene vida propia, planea sobre nuestras cabezas la inseguridad laboral, nuestros hijos tienen cada día más necesidades (¿?) a las que difícilmente podemos hacer frente y de la otra navidad, la de ser solidarios con nuestros semejantes, nada de nada.

Este año “solo” he echado en falta al pobre en la mesa de los ricos, la esperanza en la de los pobres, los regalos de empresa y las discusiones en la mesa navideña para evitar dar detalles.

En fin, que visto lo visto: bares y garitos llenos, tiendas a reventar, luces multicolor, desparrame general,… habrá que plantear a los gobiernos del mundo un nuevo eslogan publicitario: “Viva la crisis y más en Navidad”, otro día que esté más inspirado escribiré sobre como nuestros políticos nos toman el pelo en el final del año, o no.

Un saludo

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