Después de un largo paseo, tomar un par de jota beses-cola y fumar unos cuantos cigarrillos, soy un fumador empedernido muy a mi pesar, he creído dar con el quid de la cuestión: seguramente lo hacemos para relacionarnos con personas que de otra manera no lo haríamos por la distancia p.e., quizás es que compartimos más inquietudes con desconocidos que con la gente de nuestro entorno, la verdad es que yo algo raro si soy, quizás es que nos cueste hacer amigos cara a cara, quizás nos cueste mostrarnos en directo tal y como somos,…
Creo que en mi caso es así, no consigo transmitir a los demás como soy o como me siento, me escondo (sin quererlo) detrás de una mascara de optimismo que encubre la realidad, no me cuesta hacer amigos pero me cuesta mantenerlos, cumplir con sus expectativas por el mero hecho de mantener una amistad y encontrarme con que me dejaron con el culo al aire a la primera de cambio. En cuanto a las inquietudes, conocer por estos lares plagados de “predicadores” a alguien que tenga una sola idea propia cuesta un mundo y yo siempre he preferido a alguien con ideas contrarias a las mías que a alguien que repite mis ideas u otras como el que repite el catecismo.
Un saludo
No hay comentarios:
Publicar un comentario